Vengan a Adorarle a Él (2)
Iglesia de Taipei, Taiwan (01 de Febrero 2002)
¿Cómo podemos llegar a adorar al Señor Jesús hoy?
Por favor veamos el Evangelio de Mateo capítulo 2 y versos del 1 al 2:
(1) “Después que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del Rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.
(2) ¿Dónde está el que ha nacido Rey de los judíos? Preguntaron. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.”
Ahora leamos del verso 8 al 12:
“Y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
(9) Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
(10) Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
(11) Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra;
(12) Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.”
En el servicio de hoy en la mañana compartimos respecto a estos versos, que cuando alguien en particular quiere venir a adorar a Dios, existen ciertos principios que debe observar.
Ya hablamos referente a los versos del 1 al 2, que si alguien tiene un corazón dispuesto para adorar a Dios, tiene que irrumpir a través de los obstáculos en el camino, sin buscar razones como: “Estoy muy ocupado, no me alcanza el tiempo, realmente no puedo hacerlo.”
Tampoco buscara excusas como: “La iglesia queda muy lejos de mi casa, llegar es realmente inconveniente.”
Los sabios del Oriente, viajaron desde una región tan lejana como Turquía, tardaron cerca de un mes y medio para llegar a Israel. El objetivo de llegar hasta Belén era ir a adorar a Jesucristo.
A partir de los versos 8 y 9, podemos decir que, una persona que quiere venir a adorar a Dios, necesita en su vida, orar constantemente, debe pedir a Dios que abra un camino, y que le guíe.
En nuestra vida, sino fuera por la protección de Dios rodeándonos como un muro, enfrentaríamos de continuo las tentaciones del demonio.
Particularmente en el área de adoración a Dios, el diablo siempre tiene trampas en su poder para venir a entorpecer que nos acerquemos a Dios.
En este servicio de la tarde, continuaremos a partir del verso 11 al 12, hablaremos sobre las condiciones que se requieren para adorar a Dios.
Tercer punto: si alguno en verdad quiere adorar a Dios, lo mostrará en su conducta con sinceridad y devoción.
Desde el verso 11, vemos a los sabios del Oriente que luego que hallaron a Jesús en el mesón, la Biblia dice, que al ver ellos al niño, reverentemente le rindieron homenaje.
Comprendamos que en ese momento Jesucristo no era un adulto, Él era solamente un niño recién nacido.
Adicionalmente, el lugar del nacimiento de Jesús fue un pesebre, pues no había lugar en el mesón, el lugar al que el Dios de los cielos había guiado a los sabios del Oriente era muy sencillo, era el lugar de habitación de gente pobre, una morada muy pequeña, Dios no les guío a la mansión de una familia rica.
La reacción de la gente frente al ambiente, es muy extraña y también muy especial.
En mi experiencia visitando a los hermanos de la iglesia, si tengo que visitar la casa de una familia rica, después de entrar, al ver la decoración me siento tan impresionado, entonces cambia mi forma de hablar, se torna más elegante, y al caminar también lo hago de forma más lenta y confiada, pareciera que soy un caballero, o a la manera de uno, como si fuera un Pastor importante, ese ambiente influye en uno de manera muy especial.
Suponiendo que visito la casa de una familia muy sencilla, al ver que la decoración y los muebles son más comunes, desde que entro puedo ser yo mismo espontáneamente, siendo como realmente soy, me comporto como realmente soy.
Constantemente, algunos, debido a mi tosquedad, me llaman el Pastor-Gangster, también algunas personas dicen que tengo muy buen carácter.
La verdad es que yo mismo no lo sé. Yo creo que el ambiente en el que vive una persona produce en ella una gran influencia, haciendo que la conducta que se manifiesta sea variada y diferente.
En ese tiempo Jesucristo no solamente era un bebe recién-nacido, además el lugar en que nació era un pesebre, mostrando que su familia terrenal era muy pobre.
¿Qué identidad tenían los que llegaron a adorar a Jesús?
La Biblia dice que ellos eran sabios. La versión actual de la Biblia, traducida del original al chino mandarín, usa la palabra “astrónomos” para designar a los sabios, o gente especializada en estudiar los planetas, las estrellas y el cosmos.
Por eso ellos se habían percatado del cambio en las estrellas, cómo maravillosamente se habían transformado.
Podemos comprender que ellos poseían considerable erudición, para la sociedad de esa época tenían una posición considerable, tenían la reputación de eruditos.
Sin embargo, ellos fueron en peregrinación a ver a Jesús, y en cuanto lo vieron, la Biblia dice que le adoraron.
Comprendemos que por ver a Jesús, habían ellos viajado desde un lugar tan lejano, cuando lo lograron, se sintieron tan emocionados.
Hablando de forma simple, eso era sincera devoción.
No tomaron en cuenta su posición social, ni las apariencias, para hacer comparaciones o considerar si cabía dentro de lo normal o no.
Aquí lo importante a señalar es que cuando de corazón sincero y honesto alguien quiere adorar a Dios, debe cumplir las condiciones de la devoción sincera.
La pregunta es ¿a qué se le llama hacer las cosas con “Devoción Sincera”?
Nosotros constantemente decimos que queremos tener devoción, pero la pregunta es ¿a qué le llamamos devoción?
Originalmente el significado de la palabra “devoción” tenía que ver con la conducta respetuosa, reverente, alguien verdadero, y real.
Respecto a la conducta devota, cuando hoy venimos a la iglesia para adorar a Dios, Jesucristo, muchos dicen: “la devoción se lleva por dentro, basta con tener un corazón sincero, no es necesario tanto alboroto.”
Hasta hace un momento no sabía si habíamos entendido claramente el significado original de “Devoción”
Una conducta respetuosa, un corazón que tiene verdad, que es real, sincero.
Atención que primero está la “Conducta”, y después el “Corazón”.
Si alguien en verdad tiene devoción a Dios, se le notará por su conducta, se manifestará lo que tenga dentro del corazón.
A veces cuando vamos a una iglesia, podemos observar en detalle, si los hermanos de la iglesia tienen un corazón devoto para servir.
En una ocasión visité una iglesia, aunque ciertamente no puedo decir que fui a examinar, lo más común para nosotros como pastores es el visitar las iglesias.
La conducta mostrada en esta iglesia era muy diferente, al orar durante el servicio, nadie usaba las manos para doblar la tabla para arrodillarse a orar, todos usaban los pies, haciendo un gran ruido de golpes de madera.
¿Podría percibir, decir que en esa iglesia en verdad había devoción?
Usted nota durante el servicio, la clase de movimientos y actitudes que ellos muestran.
Usted entendería a que nivel practican la devoción, por lo observado en aspectos de adoración.
En otra iglesia, al iniciar el servicio, casi no había personas, y al comenzar a cantar y la oración, casi no había gente.
Luego llegamos a la parte donde constantemente decimos que cuando oramos hay poder, porque cuando oramos, los milagros de Dios aparecen. Cuando estábamos diciendo eso, en un instante, apareció mucha gente que había llegado tarde al servicio.
Obviamente iban tarde a la iglesia, aunque debemos comprender la situación de algunas personas, pues realmente algunos tienen un día lleno de prisas, y tratan pero aun así llegan tarde, en esos casos debemos animarles, y reconocer que lo bueno es que pudieron llegar.
No podemos negar, que muchos dejan las cosas para el último minuto, y en absoluto hacen las cosas con anticipación. Hermanos, ¡también es de mucho gozo llegar a la iglesia antes de la oración inicial!
Los adultos mayores presentes, quizá guardan el recuerdo de cómo era la Verdadera Iglesia de Jesús al inicio.
Recuerdo cuando estudiaba en la escuela primaria, y secundaria, siempre asistía a la iglesia de Chia-Yi, eran 6 kilómetros en bicicleta, desde el puente Wan pedaleando en la bicicleta, hasta llegar aquí.
En ese tiempo, todos madrugaban para venir a la iglesia, el salón principal siempre se llenaba de un extremo al otro, y todos orábamos con mucha devoción.
Entonces, la tabla para arrodillarse no era como la que tenemos ahora acolchonada, tan cómoda, antes todo era pura madera, ciertamente uno se podía romper las rodillas.
Actualmente muchos niños dicen: “¡Guau, tan largo fue el tiempo de oración, que hasta se nos podrían romper las rodillas!
Ni han probado lo que se siente cuando se rompe uno las rodillas por arrodillarse sobre la madera dura, eso sí podría hacer que las rodillas se rompieran.
Pero, en esos días ustedes podrían haber percibido que mucha gente en su corazón tenía devoción hacia Dios, llegaban muy temprano para orar en la iglesia.
Al doblar la tabla para arrodillarse a orar, lo hacían en silencio, todos llegaban temprano, observaban atentamente que dentro del lugar de oración no hubieran niños corriendo, no como ahora, que el salón de la iglesia parece a veces un campo de juego para los niños, el nivel de devoción era distinto.
Aún recuerdo cuando yo quería ir a la iglesia, mi mamá primero nos llamaba para decirnos: “Les advierto, si me entero que anduvieron corriendo dentro de la iglesia, al regresar a casa tendrán una buena disciplina.”
En esos días había mucha presión para ir a la iglesia, aun con eso, nos gustaba mucho ir, es muy raro verdad.
Al inicio, cuando la verdad del evangelio recién llegó a Taiwán, por ejemplo en la iglesia de Wen-Cun, yo escuche del testimonio de los adultos mayores, que al inicio nuestro entendimiento acerca de las enseñanzas de la Biblia no era nada profundo, pero teníamos devoción a Dios, habían muchas personas de los departamentos, que regresaban a sus hogares después del trabajo, lo único que querían era preparase y apresurarse a comer, para ir al servicio de la iglesia.
Muy diferente comparado a la actualidad, ahora es: “¿el servicio de la iglesia? ¿Puedo faltar hoy? Atender el servicio es difícil y doloroso.”
Algunos dicen de los que asisten a los servicios de la iglesia, que la gran mayoría viste sandalias.
Se ponen sandalias porque son gente pobre.
A veces, incluso algunos vieron a personas que vestían con camisas hechas de la tela de las bolsas vacías de la harina importada de los Estados Unidos, por un lado la bolsa decía: “Cooperación China-Americana”, y por el otro lado estaba escrito: “peso neto: 50 Kilos” y así se los ponían para ir a la iglesia, todo esto se podía ver.
Los que venían a los servicios eran movidos por devoción en su corazón, no sé ni cómo describirlos.
Algunos lloraban al saber que se iban a bautizar en agua. Nosotros en la actualidad cuando alguien se quiere bautizar, se le tiene que pedir a través de ruegos que se bautice, invitarles 3 veces, pedirles 4 veces, y suplicarles 5 veces, y aun así no necesariamente quieren bautizarse.
En esos días, una vez se decía que tenían que bautizarse, comenzaban a llorar, o decían “Ya esperé medio año, finalmente llegó la oportunidad que he estado esperando.”
En esos días cuando se recibía el Espíritu Santo, la gente lloraba. Mucha gente lloraba al recibir el Espíritu Santo. La doctrina no se comprendía a profundidad, ni se podían hacer estudios profundos.
Nuestros ancianos dicen que en una oportunidad, durante uno de los servicios, quien estaba dirigiendo, abrió su Biblia y comenzó a leer en el Libro de Romanos capítulo 8, solo leyó el capítulo 8 del Libro de Romanos, sin parar, leyó todo el capítulo una vez, luego de nuevo, leyó hasta que todos estuvieron llorando.
Creo que posiblemente solo los adultos ancianos pudieron experimentar esa clase de situaciones, los que son de 40 años para abajo podrían decir:
“usted solo nos está contando historias imaginadas, ¿Cómo sería posible que pasaran cosas así?” Es muy difícil ahora tener la experiencia de lo que en ese tiempo se vivió.
El Libro de Romanos capítulo 8 y verso 35 dice:
“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?”
Cuando ellos habían leído hasta este verso, ellos todos se pusieron a llorar.
Ellos percibían grandemente el amor de Dios. Por eso muchos de los adultos ancianos extrañan mucho la atmosfera de devoción que había antes en las personas cuando iban a la iglesia.
En la iglesia de esos días, no había presidente de la Asamblea, ni oficinistas, no existía para nada esa clase de distinción de jerarquías, todos venían vestidos de forma simple, con devoción a adorar a Dios.
Aquí vemos, que aun teniendo identidad de sabios y eruditos, con todo, al ver a Jesús, ellos también se arrodillaron en adoración.
La devoción se muestra en la conducta, el arrodillarse para adorar es una manifestación en lo externo.
Hoy en día en nuestra iglesia, aunque no forzamos a las personas a través de muchas reglas para amarrarlos, aun así, la devoción se manifiesta desde lo íntimo del corazón, como algo tan natural que permea hasta mostrarse en nuestra conducta.
Comprendemos aquí, que cuando alguien en verdad tiene un corazón dispuesto para adorar a Dios, tiene que tener devoción, una clase de disposición espiritual manifiesta en su vida diaria.
Adicionalmente, la devoción en una persona es un requisito absoluto para obtener la bendición de Dios.
En el Libro de los Hechos capítulo 10 y verso 2 se habla de Cornelio, que era un hombre devoto, por lo cual Dios tomo la iniciativa de compartirle la salvación por gracia.
También en el mismo Libro de los Hechos capítulo 22 y verso 12 se anota que quien bautizó a Pablo, Ananías era un hombre devoto, por lo que satisfacía el requisito, siendo adecuado para que Dios lo comisionara para ir y bautizar a Pablo.
De la Biblia debemos comprender, devoción para los que quieren adorar a Dios en su vida diaria, es una disposición espiritual natural.
Esperamos que cuando adoramos a Dios, en cada detalle, siguiendo las normas, se manifieste nuestro nivel de devoción.
Hablemos ahora sobre el 3er. punto, que se halla en la segunda mitad del verso 11: “…y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.”
Aquí dice que los sabios al ver a Jesucristo, abrieron sus tesoros.
Estos tesoros son considerados a los ojos del hombre como honorables, productos de nobleza.
No es decir que tengan un gran precio, no es decir que los hicieron a partir de oro puro, sino que estas cosas, según la apreciación humana, se les refiere como regalos de considerable valor.
A veces nosotros también hemos tenido esta experiencia en la vida, que un simple cuaderno de notas, para nosotros valga más de lo que $30 millones de dólares pueda representar.
Por la razón que allí se anotaron cosas muy importantes para nosotros, que solo se pueden apreciar con el corazón.
Cuando los sabios abrieron sus tesoros, sacaron tres clases de presentes: oro, incienso, y mirra. Lo que representan estas cosas espiritualmente, es algo que no voy a explicar ahora.
La importante a mencionar es: cuando una persona en verdad tiene un corazón dispuesto para adorar a Dios, no va a venir a ver al Señor con las manos vacías.
Obviamente, lo estamos mencionando ahora, el llevar regalos para Dios, no es que nosotros tengamos que venir a la iglesia y que tenemos que ofrendar dinero, tampoco tiene que ser como se hacía antes, traer gallinas, cerdos, como ofrenda a la iglesia para que todos comieran, no, no me refiero a regalos materiales.
Al igual que cuando alguien llegaba al templo de Dios en Jerusalén, aquí en la iglesia nos reunimos para adorar a Dios juntos, nosotros tenemos que traer también regalos para Dios, esto es lo que Dios requiere de nosotros.
En el Evangelio de Juan capítulo 4 y versos 23-24:
(23) “Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
(24) Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”
Aquí se menciona que por ser Dios, Espíritu, en Espíritu y en verdad le adoramos.
En otras palabras, suponiendo que nosotros estamos dispuestos a venir a la iglesia, para adorar a Dios, Jesucristo, no podemos venir solo por cumplir. Aparte hacer las cosas en la realidad, tenemos que poner el corazón en lo que hacemos.
Tenemos que traer lo más sincero de nuestro ser espiritual, y comunicarnos con Dios en espíritu.
Vamos juntos a ver el Libro de Ezequiel capítulo 33 y versos del 30 al 32:
“En cuanto a ti, hijo de hombre, los de tu pueblo hablan de ti junto a los muros y en las puertas de las casas, y se dicen unos a otros: “Vamos a escuchar el mensaje que nos envía el Señor.”
(31) Y se te acercan en masa, y se sientan delante de ti y escuchan tus palabras, pero luego no las practican. Me halagan de labios para afuera, pero después sólo buscan las ganancias injustas.
32) En realidad, tú eres para ellos tan sólo alguien que entona canciones de amor con una voz hermosa, y que toca bien un instrumento; oyen tus palabras, pero no las ponen en práctica.”
En este pasaje se registra los tiempos del fin, la caída del pueblo de Israel, su situación en aspectos de fe.
Utilizando un ejemplo de la vida real, mencionamos que el pueblo de Israel adoraba a Dios solo como algo ritual, de una manera superficial.
Dios le dice a Ezequiel con desdén: “mira, cuando estas compartiendo las enseñanzas con ellos, mucha gente viene y se reúnen ante ti.”
El verso 30 menciona que, esas personas se decían unos a otros: “vamos, vamos para escuchar, a ver qué enseñanza tiene el verdadero Dios para nosotros, a ver qué palabra de amonestación nos da…”
En los versos siguientes dice que ellos se sentaban frente al profeta, escuchaban con atención, pero ¿realmente seguían ellos las instrucciones?
Dios agrega: “no te preocupes, lo que tú les digas, ellos no lo van a poner en práctica”
Esto solo indicaba que en la vida diaria, ellos no mostraban en su conducta la vida de fe.
Dios dijo: “Me halagan de labios para afuera.”
El verso 32 dice: “En realidad, tú eres para ellos tan sólo alguien que entona canciones de amor, con una voz hermosa…”
En otras palabras, ellos venían delante de la presencia de Dios para escuchar sus enseñanzas, no porque querían ser instruidos, en realidad ellos venían para contemplar nada más.”
Se entretenían mirando lo que el profeta enseñaría, a ver qué enseñanzas compartiría.
Hoy día, cuando venimos a la iglesia, nuestro cuerpo físico se hace presente, nuestra apariencia exterior, pero ¿qué clase de actitud tiene nuestro corazón cuando escucha la enseñanza?
Mucha gente viene a escuchar los mensajes para asignar puntos de calificación. “¡hmm! El mensaje que dio este pastor hoy, creo que no concuerda con mis opiniones”
Ellos, antes de ir a la iglesia, primero miran quién va a dirigir el servicio, “¡ohh!, como voy a dejar de ir hoy, si va a predicar este Pastor”
Si la persona preparada para dirigir el servicio de hoy no es de acuerdo a mi predilección, entonces no pienso ir.
Algunas personas al concluir el mensaje, hermanos y hermanas de la iglesia, van a buscar al Pastor, con sinceridad o de forma fingida, yo no lo sé, pero a veces se les escucha decir:
“Pastor, el mensaje de hoy estuvo muy bien, me sentí muy conmovido al escucharlo”
¿De verdad? Tampoco yo lo sé.
Palabras dichas, palabras son, esto es semejante a cómo dice la Biblia: “Me halagan de labios para afuera”; “Usted habla maravillosamente, su mensaje me conmovió tanto, en verdad habló muy bien.”
¿De verdad? ¿El mensaje que escuchó le llegó al corazón? ¡No lo sé! Ellos simplemente nos halagan.
La mayoría de nosotros los que dirigimos los servicios esperamos mucho escuchar esas palabras. Más o menos siempre es así, y después de escuchar esas palabras, aparece la vanidad.
Lo que a todos nos da temor es que la propia esposa de uno, quien escucha también el mensaje sentada junto a los hermanos, al volver a casa, después que uno como pastor ha predicado tan bien, en casa ella escuche cosas hirientes y ofensivas que uno pudiera decir en momentos de debilidad.
Aunque las personas se comporten de esa forma, escuchando y elogiando a los líderes, no obstante, en la Biblia, Dios les habla a ellos diciendo: “Me halagan de labios para afuera, pero después, solo buscan las ganancias injustas.”, en su corazón ellos aman a este mundo.
Vi una historia que me pareció muy interesante.
La historia trata de un joven que está enamorado, pero él no comparte nada con sus amigos acerca de qué clase de persona es su novia.
En la relación del joven con su novia, siempre se reúnen una vez por semana, siempre el mismo día a la misma hora.
Él acude a la cita semanal solo si se cumplen los requisitos que él ha puesto. Primero, que él no tenga dolor de cabeza. Segundo, que tenga buena digestión. Tercero, que él se sienta de buen humor, no triste ni deprimido. Cumplidas las tres cosas, él acude a la cita.
Al cabo de un tiempo de relación, ellos se comprometen para casarse. Los amigos del novio quieren conocer un poco más de ella, saber qué clase de persona es la futura esposa. Pero lo único que él les cuenta es lo que les dice:
“Yo mismo no converso mucho con ella, cuando nos reunimos cada semana, estamos sentados todo el tiempo, durante una larga hora, me cuesta tanto esperar, se siente una eternidad, es tan difícil permanecer quieto tanto tiempo.”
Para este joven aguantar esa hora era tan difícil, como estar sentado sobre clavos. A su novia le gustaba mucho escuchar música clásica, y siempre que se reunían, ella le compartía sobre un libro llamado “la Biblia.” Ella no hacía más que hablar de lo que ese libro decía.
Durante una hora, ella veía fijamente a los ojos de él, viendo si estaba poniendo atención al libro, él lo miraba sin interés, sin ganas, se le cerraban los ojos del sueño, adormitado cabeceaba sentado, se le caía la saliva de los labios.
Después, aunque se habían comprometido para casarse, el novio, se enamoró de otra persona. Ella por su parte, busco la televisión y el cine. Durante muchas horas a la semana, ella pensaba en el recuerdo de su ex-novio.
Esto es solo una historia ficticia, que apareció en una revista religiosa, por razón de tiempo la resumí. El tema de esta historia se llama: “un amante involuntario.”
¿Por qué se le llama así?
Porque explica la condición de la vida de fe de una persona.
Sabe que quiere seguir a Jesús, porque quiere la salvación de su alma.
El problema es, que no está dispuesto a renunciar al disfrutar del honor y las riquezas de este mundo, por lo que invierte solamente una hora por semana para verse con su amado, permanecer sentado con tranquilidad en el corazón es tan difícil, que se siente adormitado, hasta babea la saliva, mientras duerme.
Esta es la situación de muchas personas en su relación con el Novio, el Dios de los cielos.
El pueblo de Israel experimentó lo que es perecer como nación, así era también la condición de su fe, podemos verlo a través del relato del Libro de Ezequiel.
Quién de nosotros quiera venir en particular a adorar a Dios, aparte de tener devoción, también es importante que traiga un regalo para Dios.
Este regalo es algo real en lo espiritual.
Es en verdad practicar las enseñanzas de Dios.
Gracias a Dios, ahora estamos en el servicio de la tarde, esta es la hora que todos aman dormir, puedo ver a algunos que en verdad ya no aguantan, aunque la mayoría de las personas se les ve que están con fuerzas, posiblemente también hayan muchos que con un corazón devoto adoran a Dios, y con mucho entusiasmo vienen a la iglesia.
Ahora quiero mencionar el último punto. Creo que en tres minutos terminaré esta última parte.
En el Evangelio de Mateo capítulo 2 y verso 12, menciona que los sabios fueron avisados a través de sueños que Dios les reveló, que no debían regresar por el mismo camino por el que habían llegado.
Originalmente el Rey Herodes les había dicho que después de encontrar al niño, debían regresar a informarle. Ellos luego de recibir el mandato del Rey, prosiguieron en la búsqueda del niño.
Pero de forma inesperada, el Señor a través de sueños les indicó que no debían usar el mismo camino.
Ellos no regresaron a ver al Rey Herodes, y se regresaron a su tierra a través de otra ruta.
Era muy probable que al oponerse al mandamiento del Rey, esto significaría que les perseguirían para matarlos, sus vidas serían inseguras e inciertas.
Pero ellos por razón de haber sido avisados por Dios, obedecieron sus indicaciones.
El último punto es que cuando alguien en verdad tiene corazón devoto para adorar a Dios, muy importante es, que luego de escuchar las enseñanzas las practique, que se manifiesten en su vida diaria, que obedezca la enseñanza de Dios.
Este es el requisito más importante de todos.
Sin esto manifestándose en su vida, entonces todo lo dicho hasta ahora es inútil.
Escuchar la instrucción de Dios, y decir: “Lo sé, ya lo sé, está bien, está bien, vaya”, pero si no se practica, si no se obedece, entonces la instrucción no vale nada para usted, para usted esto no tiene ningún valor.
Si no lo practicamos, entonces estaríamos diciendo que para nosotros la enseñanza de Dios no tiene valor alguno.
Tenemos que escuchar la instrucción del mensaje de Dios, luego practicarlo, hacerlo real en nuestra vida diaria.
Solo así no decepcionaremos la expectativa de quienes vienen a la iglesia con un corazón devoto, que escuchan la doctrina, y adoran a Dios, quiénes en su vidas manifiestan realmente la esencia de la fe.
Quizá algunos ya habíamos escuchado el testimonio que tuvo un creyente, una visión que nos contó que tuvo, nos dijo: “En la visión que tuve vi como los miembros de otras iglesias lucían tan miserables, todos parecían tan flacos como varas de bambú, estaban tan enfermos y enflaquecidos, sus piernas se veían tan largas.
Y los miembros de nuestra iglesia, La Verdadera Iglesia de Jesús, todos eran enanos, habían comido tanto que estaban gordos, sus piernas eran como las de los enanos, padecían el síndrome del mongolismo, sus piernas parecían piernas de nabos, panzones y enanos. Parecía que en sus vidas no se ponía en práctica las enseñanzas.”
Recientemente me encontré con el amigo de uno de nuestros invitados, en medio de la conversación él me dijo:
“Yo siento como que existen obstáculos en la iglesia para que yo pueda convertirme en un creyente.”
“¿Cuál es la razón? ¿Acaso es la forma en que oramos, que al orar en lenguas todos juntos quizá Ud. lo ve mal y no logra acostumbrarse a eso?”
Él me respondió, diciendo: “No, no es eso. Yo he visto la conducta de algunos miembros de la iglesia, que no pareciera que fueran seguidores de Jesús, por lo que existe una dificultad para que yo pueda entrar”
Así fue como él me lo dijo.
Después que escuchamos el mensaje, no debemos esconderlo, sino mostrarlo en las acciones de nuestra vida diaria, que se pueda ver, solo así podrá cobrar vida.
Los sabios poseían una excelente determinación, pues hicieron así como Dios les instruyó,
Aunque era la orden del Rey, la pusieron de lado, sin considerar lo importante o noble que era la persona que les había hablado, no estaban nerviosos, lo más importante es la palabra del Señor en la Biblia, esto es lo más urgente de hacer.
Para cada uno de nosotros, los cristianos, en nuestra vida de fe, lo fundamental es demostrar en nuestra conducta las enseñanzas de Jesús, así de sencillo.
Que la gracia de Dios nos guie, nos bendiga, que podamos tener un corazón dispuesto para adorar a Dios y que podamos comprender las instrucciones escondidas en la escritura.
Hasta aquí el mensaje de hoy.