altVengan a Adorarle a Él (1)

 Iglesia de Taipei, Taiwan  (01 de Febrero 2002)


¿Cómo podemos llegar a adorar al Señor Jesús hoy?

Por favor veamos el Evangelio de Mateo capítulo 2 y versos del 1 al 2:

Por favor leamos en el Evangelio de Mateo 2 verso 1:

(1) “Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del Rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.

(2) ¿Dónde está el que ha nacido Rey de los judíos?, preguntaron. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.”

Ahora veamos el verso 8:

“Y enviándolos a Belén, dijo:

(8) Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

(9) Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.

(10) Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

(11) Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra;

(12) Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.”

¡Aleluya!, Hermanos y Hermanas, muy feliz año nuevo para todos.

En este lugar, primeramente venimos a bendecir a nuestra familia en el Señor, especialmente venimos a adorar a Dios, junto con los hermanos y hermanas que permanecen firmes en la fe.

En este año nuevo que tenemos por delante, que nuestra vida espiritual pueda recibir la suficiencia de la prosperidad, de parte del verdadero Dios de los cielos.

Pedimos a Dios que desde el cielo nos otorgue la abundancia del espíritu para nuestra vida, en el transcurso de nuestros limitados días en este año, y que nos permita obtener especialmente el cuidado de su gracia.

Al mismo tiempo, en este lugar pedimos al verdadero Dios de los cielos, que mientras aún estemos con vida, nos otorgue de su paz y conforme a nuestra necesidad en lo material, y en lo económico podamos recibir de su abundancia.

El día de hoy es nuestra reunión semanal de día de reposo, como también es el inicio del año 2003, por lo que disponemos nuestro corazón, y hemos distribuido el tiempo especialmente para adorar a Dios en este lugar.

Hoy compartiré con todos la verdad de la Biblia, y en especial hemos venido a adorar al Dios de los cielos, Jesucristo. 

En el texto que recién leímos, al final del verso 2, los sabios del Oriente llegaron especialmente para adorar a este Dios de los cielos.

Yo conozco a un hermano de nuestra iglesia, quién después de transcurridos 10 años de matrimonio, un día, su esposa me vino a buscar y me dijo: “Pastor, recientemente la conducta de mi esposo es inusual.

Antes siempre salía puntualmente de su turno de trabajo, además todo el salario que recibía de cada mes en el sobre, intacto, me lo entregaba sellado.

Durante los últimos dos meses siento que está muy raro. No solo me entrega el sobre del sueldo ya abierto, siempre le faltan diez mil dólares.

Además después del trabajo, llega tarde a casa, y cuando le he pregunto a dónde fue, me responde con una misteriosa sonrisa.”

Este hermano no le contaba a esta esposa a dónde iba, y por su manera de comportarse, hacía que en el corazón de su esposa hubiera mucha intranquilidad.

Entonces yo le pregunté a esta hermana: “Frecuentemente, ¿cómo se llevan con su esposo? ¿Tienen un buen nivel de armonía o no?

Ella me respondió: “muy bien, hemos estado casados durante 10 años, y siempre nos hemos llevado bien. Solo recientemente, en los últimos dos meses siento que él ha cambiado, no es el mismo, guarda ciertos misterios, y no es sincero en sus explicaciones.”

Obviamente, al compartirme la situación de esta manera, tampoco sabía yo, poniéndome en su lugar, cómo resolver esto. Yo le dije: “Está bien, yo he escuchado lo que usted me ha contado sobre cómo se siente, respecto a su vida matrimonial”

Entonces me propuse como prioridad ir a buscar a este hermano, para platicarle, constantemente tenemos una relación muy cordial de amistad, pero en ese lapso de tiempo también me dio la impresión de tener ciertos misterios, y no me quiso decir nada.

Posteriormente, sucedió justo en un día de reposo como hoy, que la esposa, llegó muy temprano a la iglesia, anteriormente el servicio de días sábado comenzaba a las 10 de la mañana, y ella llegó a las 9 para orar en la iglesia.

Que la gente llegara tan temprano para orar era una situación muy inusual, pues el servicio iniciaba hasta las 10, y que alguien llegara a orar a las 9, era algo que muy pocas veces se veía.

Luego que transcurrió el tiempo para la oración, pude ver que el rostro de la hermana estaba muy contento. Ella llegó a buscarme en la iglesia, acompañada de su esposo, y me dijo:

“Pastor, vengo para aclarar algo, quiero contarle que verdaderamente mi esposo me ama mucho, y realmente me trata muy bien, ¿sabe de qué se trataba, por qué estaba tan misterioso durante un tiempo?”

 “No, no lo sé” le respondí,

Ella me dijo: “me siento muy conmovida por lo descubrí.

Resulta que al inicio de nuestra familia, después que nos casamos, y cuando queríamos comprar a plazos una casa, usamos los anillos como parte del pago inicial. Transcurrieron 10 años de sacrificios para poder alcanzar estabilidad en nuestras finanzas, luego, mi esposo invirtió tiempo en encontrar y reservar un par de anillos idénticos a los que tuvimos al principio. El día de nuestro aniversario de bodas, ese día me puso el anillo en la mano.”

El esposo de la hermana, no solamente fue y ordenó los anillos exactamente iguales a los que tuvieron antes, el vestido de novia, que diez años antes su prometida se había puesto, también fue a buscarlo y lo compró, lo empacó bellamente y en el día del aniversario se lo entregó a la esposa como regalo.

Yo pienso que, para las hermanas que me escuchan, si su esposo hubiera hecho algo así en el día del aniversario de bodas, pienso que también usted se sentiría muy conmovida.

Así que esa era la razón de porque la hermana lucia tan animada ese día, tan llena de gozo, su esposo a su lado, me dijo: “Hasta ahora supo ella lo que pasó, yo especialmente preparé todo, aunque no puedo decir especialmente, sino particularmente me dedique a prepararlo todo.”

A veces en nuestra vida diaria, tomamos una decisión basados en una idea, y luego ponemos en práctica lo que hemos decidido hasta completarlo.

Así como hoy en que en particular y especialmente hemos nos hemos preparado a venir desde temprano, lo hemos hecho a propósito, algunos llegaron muy temprano, a las 9, a la iglesia.

Cuando Jesús estuvo sobre este mundo, mucha gente venía a buscarlo. Algunos por causa de problemas de salud, pedían a Dios que los sanara, otros venían porque necesitaban un milagro, y le pedían a Jesús que les revelara algún milagro para poder verlo.

La Biblia testifica, que algunos seguían a Jesús, y le adoraban por causa de las necesidades de sus vidas, por causa de la comida.

Claro que había algunos que abrazaban la ambición de investigar la verdad de la salvación en el reino de Dios, y por eso buscaban a Jesús.

Hoy queremos compartir, partiendo de este texto, sobre los sabios, ellos en particular fueron a adorar al Dios de los cielos, a Jesús.

El pasaje registra que ellos particularmente fueron a adorar a Jesús, realmente ¿Qué clase de enseñanza nos deja que merezca ser aprendida?

En otras palabras, si cambiamos hoy la dirección del sentido de esas palabras, los que quieren venir a adorar a Dios en particular ¿Cómo lo deben demostrar?

Hablemos sobre el primer punto.

Una persona que en particular quiere a adorar a Dios, removerá los elementos que le obstaculicen lograrlo.

Veamos el primero y segundo de los versos de Mateo 2:

(1) “Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del Rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.

(2) ¿Dónde está el que ha nacido Rey de los judíos?, preguntaron. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.”

Lo único que la Biblia deja escrito es que los sabios provenían del Oriente, y que luego fueron a Belén.

A lo que se le llamaba el Oriente durante el tiempo de Jesús probablemente apuntaba a la región actual de Irán, o posiblemente Afganistán.

Entre las referencias del Oriente dadas en la Biblia, nos parece, como si Dios hubiese construido en el Oriente el Jardín del Edén.

Este jardín del Edén en Oriente, aproximadamente se encontraba dentro de las fronteras del actual Irán, o posiblemente en Afganistán.

En la geografía de la época frecuentemente menciona la tierra fértil, nuestra geografía indica que el Rio Éufrates y el Tigris irrigan el lugar y las áreas vecinas, que en la actualidad corresponden a Irán o Afganistán.

Si apuntamos directamente hacía oriente, el lugar quedaría aún más lejos, nos podríamos extender hasta la actual Turquía, probablemente los sabios procedían de esa región.

Viviendo en un lugar tan lejano, los sabios en particular se apresuraron para llegar a Belén a adorar a Jesús.

En aquel tiempo, la manera más conveniente para transportarse era a través de los camellos,

De acuerdo a la información que recolecté, en la jornada montados a camello, saliendo desde tan lejos hasta llegar a Israel, solo de ida les tomaría no menos de un mes y medio de tiempo. 

Piensen en esto, querer ir durante un mes y medio montados a camello para llegar a Belén en búsqueda de Jesús, para presentar sus regalos, y luego aún había que viajar de regreso.

Ver a Jesús cara a cara, el lapso de tiempo para poder ver a Dios era en verdad tan breve, aun siendo tan corto, ellos estaban dispuestos a viajar ida y vuelta, requiriendo tres meses de tiempo, particularmente en peregrinación, hasta llegar ante Dios, Jesús.

Podemos entender que esas personas en verdad tenían un corazón dispuesto para ir a adorar a Dios.

Veamos juntos, otro pasaje de la Biblia, pero primero hagamos una seña en este lugar. 

Veamos el Libro de Deuteronomio capítulo 14 y verso del 24 al 25:

(24) “Y si el camino fuere tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere,

(25) Entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere;”

En el tiempo del Antiguo Testamento, cuando ellos querían adorar a Dios, como lo menciona, había que recorrer distancias considerables y el transporte no era conveniente.

Cada vez que ellos querían ir al Templo de Jerusalén para adorar a Dios, tenían que viajar cabalgando, luego animales como vacas, ovejas, serían ofrecidos como ofrendas.

En la vida había que ofrecer animales como ofrenda para el sacrificio que en esa época se podía volver inconveniente por cuestiones de tiempo.

Aquí Dios les dice a ellos que cuando la jornada fuera demasiado larga, muy lejos, no se omitiría por eso el requerimiento ir a adorar a Dios y presentar su ofrenda. No dijo: “Con tan solo tengas un corazón devoto estando en tu casa, Dios lo sabrá”, no dijo tampoco de esta forma.

Dios les dijo, que en vez de animales, los cambiaran por dinero, y que el dinero sería el que deberían llevar al templo, para mayor conveniencia, que debían ir al lugar escogido por Dios, donde Él pondría su Nombre, y al llegar allí, entonces se debía cambiar nuevamente el dinero por animales para el sacrificio, lo que es igual, para adorar a Dios.

Ahora miremos la situación de los cristianos, cuando adoran a Dios hoy en día.

Cuando he ido a visitar a los hermanos en sus casas, frecuentemente, escucho muchas causas y razones por las que no asisten a los servicios de la iglesia.

Lo que más frecuentemente oigo es:

“Estoy tan ocupado, no me queda tiempo”

La segunda razón es: “Ir desde aquí me queda muy lejos, tengo que conducir la motocicleta más de diez minutos, se siente tan lejos”

Creo que los que así dicen aún no han viajado a los Estados Unidos. Allí para llegar al servicio de la iglesia, si usted ya ha tenido la experiencia de viajar a Estados Unidos comprenderá lo que digo, para participar en el servicio del día de reposo, algunas personas deben conducir durante 3, 4, y hasta 8 horas, en una sola jornada de viaje.

Recuerdo, hace unos 26 años, cuando aún estaba estudiando en la universidad, en ese tiempo, había oportunidad de ir a pie hasta la iglesia en las Montañas Ali, donde se reunían los hermanos indígenas. Fui a entrevistar a las personas del lugar.

En esos días aún no se había desarrollado el transporte, no era como ahora con el desarrollo de  carreteras anchas y apropiadas, tan conveniente.

El servicio de la noche iniciaba a las 7:30. Cuando estábamos allí, notamos que entre las 5 y 6 de la tarde, el sol comenzaba a caer, iniciando la oscuridad.

Estando en la Iglesia de la Montaña Xin-San veíamos desde lo alto el paisaje de las montañas, cuando notamos algo muy extraño: Antorchas, ¿por qué habían unas antorchas encendidas? Por donde hubiera personas caminando, allí había antorchas.

Nosotros les preguntamos a los creyentes que vivían allí, sobre ¿Cuál era esa situación?  Por qué acabándose de ocultarse el sol, aparecían las antorchas. ¿Se debía a la disciplina de trabajo, que todos al ocultarse el sol y no pudiendo ver sus propias manos, se disponían a volver a casa?

Todavía recuerdo que en ese tiempo, el hermano Zhuang, quien vivía cerca de la iglesia, sonriendo me dijo: “no es así, esas antorchas son de las personas que vienen al servicio de la iglesia”.

El servicio por la noche, iniciaba a las 7:30. A las 6 de la tarde, ya se podían ver que los hermanos avanzando con antorchas, por las laderas de las montañas. No había ni motocicletas, ni automóviles.

En ese tiempo, no podíamos asumir que si ellos prendían una lámpara de kerosene entonces ya solucionarían el problema de iluminación. En esos días, era extremadamente difícil poder hacer llegar el gas hasta el interior de las montañas.

Después de transcurrida una hora y media, ustedes podían ver como llegaban los hermanos, bañados en sudor.

Caminaban para asistir a los servicios de la iglesia, las familias enteras llegaban, el papá llevaba una antorcha en la mano, la mamá con otra, y llevando a los niños, incluso los ancianos, la familia completa asistía a los servicios de la iglesia.

Los niños cargaban sobre sus espaldas cosas para el camino, incluyendo una especie de madera-encendedor especialmente usado para fabricar antorchas.

Pienso que los adultos mayores presentes saben lo que es la “madera-encendedor” (era usada para ayudar a encender fogatas, y antorchas).

Cuando los hermanos iban a la iglesia, antes preparaban y quemaban una antorcha para el camino, y para el retorno a casa, debían quemar otra. Ellos cargaban en sus espaldas las cosas necesarias para el camino, y así asistían a la iglesia.

Ahora nosotros aquí, conducimos motocicletas, tomamos la Biblia, el himnario y todas clase de cosas, las ponemos adentro de las motos, y aun así venimos a los servicios con tanta pereza.

El porcentaje de presencia para los servicios de la noche es muy bajo. Anoche, previo a Año Nuevo Chino, tuvimos servicio especial, y quiero compartirles que alcanzamos una asistencia del 10%.

La Verdadera Iglesia de Jesús en Chai-Yi tiene 733 miembros. Para el servicio de la noche previa a Año Nuevo, aproximadamente 50 personas asistieron.

Luego hubo servicio viernes por la noche, venimos a la iglesia solo como unas 100 personas, aproximadamente un 15%.

El servicio del día sábado, tuvimos aproximadamente un 50%, unas 330-350 personas, en realidad ni llegamos al 50%, para el servicio de la tarde, unos 120 personas se habían retirado, quedándose para el servicio de sábado por la tarde únicamente unos 230 personas.

Lo que estoy diciendo, es que si una persona tiene un corazón dispuesto para venir y participar en las reuniones de la iglesia, entonces no hay obstáculos que les puedan detener.

Que el viaje de camino sea muy lejos, no es un problema, yo ya he hecho los ajustes y preparativos en mi vida para poder asistir a las reuniones. Esto es muy semejante a cuando yo quiero comer cada día, aunque esté tan ocupado, siempre tengo que comer, diciéndolo de forma más tosca, aunque tenga muchísima prisa, de todos modos aunque este tan ocupado tengo que ir al sanitario, o acaso ¿por estar ocupado usted simplemente deja de ir al sanitario?

Esto es algo que tenemos que hacer en nuestra vida.

En el aspecto de adorar a Dios, ¿Por qué razón un cristiano aunque tiene la esperanza de la salvación en el reino de los cielos, aun así, no hace los ajustes necesarios para que en la agenda de su vida, atender los servicios de la iglesia se convierta en algo prioritario?

Ha veces calmadamente observo a los hermanos y hermanas de la Verdadera Iglesia de Jesús, en su caminar de fe, ciertamente se depende de la misericordia para ser salvo, verdaderamente es gracia, favor inmerecido.

Muchas personas que tradicionalmente adoran a Dios, en las religiones, manifiestan su fervor con entusiasmo, esto dista mucho con nosotros.

A veces cuando estoy visitando a los hermanos, y observo que en la familia todos están muy ocupados, yo tampoco quiero convertirme en una molestia para ellos, por lo que más o menos a los diez minutos, digo: “vamos a orar juntos, y después me voy para que ustedes puedan atender sus asuntos”.

Ellos dicen que están tan ocupados, tan ocupados, incluso no tienen tiempo para orar tres minutos, están tan atareados, que cuando los invito a orar, me dicen: “ahora estoy tan ocupado, mejor cuando llegue a la iglesia, entonces allí oraremos.”

Yo tengo un amigo, que tiene una enfermedad en su cuerpo, y cuando iba al templo budista a orar, su dios le decía: “tú no adoras al que yo adoro con la devoción debida, por lo que tu enfermedad no podrá sanar.”

Mi amigo le preguntó a dios del templo: “yo vengo cada semana para adorarte aquí, y todavía me dices que no lo hago con suficiente devoción,

¿Entonces cómo es adorarte con devoción?”

Su dios le respondió a través de una persona que hace escritura de plancha, y le dijo: “Si tú quieres adorarme con devoción, desde que salgas de tu casa, al dar tres pasos te vas a arrodillar, luego al dar cinco pasos te vas a postrar hasta tocar el suelo con la frente, desde tu casa hasta llegar al templo.”

Mi amigo de verdad hizo cuidadosamente como le indicaron.

¿Sabe usted que tan lejos queda la casa de mi amigo del templo budista?

35 kilómetros.

Que disciplina para adorar a dios, su devoción llegaba hasta no importarle nada que le dijéramos, el cuidadosamente siguió las instrucciones, tan devoto era en su adoración que se le rompieron las rodillas y le sangraban.

Yo digo, en caso que esta situación se presentara en la vida de los creyentes de la Verdadera Iglesia de Jesús, que si alguien se enfermara, para poder obtener sanidad tuviera que llegar gateando hasta la iglesia, si así fuera entonces el que usted estuviera en la Verdadera Iglesia de Jesús sería de mucha fama.

Gatear hasta que se le rompieran las rodillas, yo vería entonces que de seguro lo tomarían como un muy buen ejemplo de devoción, y todo mundo hablaría de usted.

Hoy en día cuando vamos a venir a las reuniones de la iglesia, nos cuesta mucho.

Cuando le pregunto si va a venir al servicio simplemente se excusa diciendo:

 “No tengo forma de ir, no puedo llegar.”

Podemos ver en el verso que leímos, que los sabios del Oriente, en particular querían adorar a Dios, no había elementos adversos que valieran, el que fuera una jornada tan lejana, viajando 1 mes y medio, tampoco era una excusa.

Ellos no se excusaban así mismos diciendo en su corazón: “no tenemos forma de llegar, no podemos ir, realmente es tan difícil.” Ellos en particular determinaron ir a adorar a Dios.

Especialmente los que venimos a adorar a Dios tenemos que aprender esto, el traspasar las barreras y remover los elementos que sirven de obstáculo. No debemos permitir que nuestras debilidades humanas se conviertan en una excusa, para no asistir a los servicios de la iglesia.

Leamos nuevamente el Evangelio de Mateo 2 y versos del 8 al 9:

“y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño. Y cuando le halléis hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. (9) Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.”

Cuando ellos llegaron a Belén, en ese lugar se encontraron con el Rey Herodes, quien reinaba para el área de Judea. El Rey Herodes los mando a llamar. Cuando los sabios del Oriente llegaron ante su presencia, le preguntaron: ¿en dónde se encuentra el que ha venido a nacer para ser Rey?

Después del encuentro, el Rey les encargó rigurosamente que debían buscar al niño con diligencia, les dijo: “en cuanto lo encuentren háganmelo saber, para que vaya yo también a adorarlo” pero esto era una trampa.

Ahora quiero enfatizar el verso 9:

“(9) Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.”

Estos sabios del Oriente después de escuchar lo que les dijo el Rey Herodes, continuaron con la jornada de búsqueda de Jesucristo, querían adorarlo a Él.

En la Biblia testifica, en la mitad del verso 9, que la estrella que habían visto en el Oriente, de pronto iba delante de ellos, esto era una visión.

El mismo día, probablemente habían nacido muchas personas, y en diferentes localidades habían bebés recién nacidos, ¿realmente a dónde irían para buscar a Jesús y poderle adorar?

Estos sabios del Oriente, nunca antes habían visto a Jesús. Tan solo sabían que estaba en esa región, pero no sabían exactamente dónde se encontraba.

Dios utilizó la estrella que ellos vieron para guiarlos, y así poder encontrar a Jesús.

Aquí puedo mencionar que cuando existe alguien con un corazón dispuesto para ir a adorar a Dios, tiene que orar pidiendo a Dios que le guie por un camino recto y llano, y así Dios vendrá a dirigirle.

Así como Dios utilizó la visión de una estrella para guiar a los sabios del Oriente para que pudieran encontrar a Jesucristo.

Hoy en día cuando venimos desde nuestra casa a la iglesia, se podrá dar cuenta de que es muy fácil, simplemente cuando llega la hora indicada, maneja su motocicleta o automóvil, no existen ninguna molestia ni obstáculo para que lo logre.

Leamos lo que Pablo expresó como el deseo de su corazón, en el Libro de Romanos 1 verso 10:

“rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.”

Para cuando Pablo escribió la carta dirigida a los hermanos y hermanas que vivían en Roma, Pablo mismo nunca había visitado Roma personalmente.

Esta carta fue escrita mientras Pablo se encontraba en la iglesia de Corinto.

Cuando Pablo se encontraba en Macedonia predicando el evangelio, él dijo: “he predicado verdaderamente hasta que no hay más lugar a donde se pueda a ir.”

Esto se encuentra en el Libro de Romanos capítulo 15 y verso 23, donde Pablo dice que se encuentra en Macedonia predicando el evangelio, y que no sabe a dónde más podría ir para predicar las buenas noticias.

Cuando Pablo escribió la carta dirigida a los romanos, lo hizo muy expectante de tener una oportunidad para visitar Roma, y compartir con ellos la gracia de Dios.

Observemos aquí, cómo Pablo le pidió a Dios en oración diciendo:

“¡Señor! Dame un próspero viaje, un camino allanado para que se cumpla este propósito.”

Poder llegar a Roma a adorar a Dios junto con los creyentes y compartirles la gracia de Dios, en su Espíritu.

Pero en realidad, el camino de Pablo para ir a Roma no era nada allanado.

Luego de regresar a Jerusalén, Pablo viajaba con la identidad de un criminal buscado. Seguido de esto, Pablo predicó por donde quiera que fuera.

Él viajaba con identidad de un fugitivo, no viajaba siendo reconocido como predicador o Pastor. Por eso, no nos sorprende por qué Pablo primero pidió a Dios:

“¡Señor! Dame un próspero viaje para ir a ellos.”

Pero en realidad, el camino que él anduvo no era un camino fácil, o donde todo anduviera bien.

Cuando uno de nosotros puede venir a la iglesia, hay que hacer considerables ajustes para que los elementos concuerden con el propósito que tenemos.

Por ejemplo, la ubicación de la iglesia, para usted es algo que conoce muy bien, por lo que no necesita buscar la dirección.

Supongamos, hoy cuando quiero salir de casa, pido a Dios que me proteja y me permita que pueda ser librado de encontrar dificultades en mi camino.

O también supongamos, que nosotros podemos hoy contar con buena salud, un cuerpo fuerte, y que no necesitemos estar postrados en una cama dependiendo de que alguien que nos tenga que cuidar, cargar, o empujar, para que podamos llegar a los servicios de la iglesia.

(Todos estos son elementos importantes a considerar.)

Yo escuché el testimonio de uno de los pastores. Él cuenta que cuando comenzó su servicio a Dios, la Asamblea General le asignó el trabajo de ser Pastor en una iglesia.

Un día que se celebraban los servicios en casa, por razones que era una nueva zona para él, no estaba familiarizado con las direcciones, uno de los personas de apoyo, recién salió de su trabajo y fue por el Pastor, para indicarle como llegar, esto fue durante el día.

Luego, condujo al Pastor hasta el lugar indicándole la casa, que estaba en un condominio, aunque el estilo de las casas eran iguales todas.

Incluso la persona le indicó al Pastor que debía guiarse por un anuncio de publicidad al lado del camino como guía para saber dónde cruzar a la derecha.

Luego había que entrar a un camino adyacente, las calles del condominio todas parecían iguales, pero guiándose por el anuncio, virando a la derecha, encontraría la dirección.

Luego de ingresar por el camino adyacente, sin avanzar mucho, había una casa cuyo costado tenía una gran piedra de silueta muy extraña, allí había que cruzar a la derecha, por causa de lo raro de la piedra, le sería muy fácil saber dónde cruzar.

Después de haber cruzado, a la derecha del camino, iba a ver el número de la casa.

De manera muy formal el hermano mostró al Pastor la ubicación de la casa, luego por la noche el Pastor manejaría solo.

En esa casa se reunían los hermanos que vivían cerca, hacían servicios de distrito, significa que no llegaban hasta la iglesia, solamente atendían la reunión de casa.

Este amigo Pastor, salió de noche, siguiendo las instrucciones que recibió durante el recorrido de día, hacía el lugar de reunión.

Al llegar a donde recordaba que se encontraba el anuncio, donde tenía que girar a la derecha, no encontró ningún anuncio. Luego condujo por cada una de las calles, pero las casas todas parecían iguales, ¿Qué calle habrá sido?

Luego de sentir que se había pasado la tarde entera buscando, no encontró el anuncio, recorrió por lo menos una vez cada una de las calles, y pensaba para sí que sin importar cómo encontraría la gran piedra al lado de la casa.

Luego de recorrer todos los caminos, tampoco encontró la piedra. Finalmente, para cuando encontró el número de la casa, el servicio ya había concluido.

Los hermanos le dijeron: “Pastor, es la primera vez que llega al servicio de la iglesia, y llegó tarde.”

El Pastor les explicó a los hermanos: “el hermano me mostró durante el día como llegar, me dijo que usara ciertas cosas en el camino como señas, pero ahora que las busqué, no hallé ninguna.”

Los hermanos que vivían en el lugar le contaron diciendo: “coincidentemente hoy se llevaron las piedras, y los anuncios, pues el equipo de limpieza pasa limpiando las calles hoy, hoy al volver del trabajo vimos cuando el equipo de limpieza limpiaba las cosas que usted menciona como señas.”

¡Cómo era posible tal coincidencia!

Que quitaran las vallas de los anuncios y limpiaran las piedras, todo en ese mismo día, habían pasado ya 10 años que no limpiaban las calles y nunca se habían llevado las piedras, ni los carteles publicitarios, pero en ese preciso día lo movieron todo.

Veamos todos juntos en el 1er. Libro de Tesalonicenses capítulo 2 y verso 17 y 18:

“(17) Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por un poco de tiempo, de vista pero no de corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro;

(18) Por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra vez; pero Satanás nos estorbó.”

Cuando Pablo escribió la carta a los Tesalonicenses, también él sintió lo mismo, querer llegar pero el diablo le estorbó.

Aunque Pablo previamente había estado con los creyentes durante tres semanas estableciendo la iglesia de Tesalónica, después se vio forzado a abandonar Tesalónica, huyó del lugar, los detalles de fondo se mencionan en el Libro de los Hechos capítulo 17.

Luego de un tiempo, Pablo tenía mucha ansiedad en su corazón por motivo de la Iglesia en ese lugar.

Después, Pablo partió hacía Corinto para predicar, mientras estuvo allí se sintió preocupado por la situación de la fe de los hermanos de Tesalónica, no sabía cómo hacer para tener oportunidad de verlos otra vez.

Si usted observa el capítulo 3 y verso 5, realmente estaba diciendo que no había encontrado forma para verles en persona, el trabajo de servir a Dios le tenía completamente limitado.

Por la realidad de que no podía ir, decidió enviar a Timoteo en representación suya ante los creyentes de Tesalónica. Al final sucedió que Timoteo volvió de la visita reportando muy buenas noticias.

Pablo mismo cuando escribió a esta iglesia, mencionó que en una o dos ocasiones tuvo la intención de regresar allí, pero Pablo percibió y dijo: “pero Satanás me pone obstáculos, no tengo forma de volver”

Aquí existen dos clases de expresiones.

La primera es, el lugar de Tesalónica, era un ambiente tan negativo para el desarrollo de la fe, Pablo fue expulsado de Tesalónica, usted puede ver el Libro de los Hechos capítulo 17 y versos del 4 al 10 para comprender el trasfondo del ambiente.

Si Pablo fuera de regreso a Tesalónica sería echado del lugar, desvaneciéndose la posibilidad de poder predicar el evangelio.

Así fue como Pablo percibió y dijo que Satanás a través del poder político, las autoridades a cargo, estorbaba la obra de Dios, este elemento no fue removido del camino.

Pablo dijo que el diablo le estorbaba, “Por supuesto que quiero regresar, pero el camino está cerrado.”

Otro elemento era que, posiblemente Pablo mientras estaba predicando el evangelio en la iglesia de Corinto, empeoró en su enfermedad de los ojos, en su cuerpo Pablo tenía un aguijón, que según él, era un enviado de Satanás enviado para atacarle. Desde la perspectiva de la Carta a los Gálatas, es muy probable que Pablo tuviera una enfermedad muy sería en los ojos.

Nosotros podemos comprender que cuando Pablo escribió la carta para los Tesalonicenses, su salud estaba pasando por la peor situación, pues fue cuando el ataque del diablo se volvió más severo.

Vemos que aunque él tenía un corazón dispuesto para regresar a Tesalónica, la salud de su cuerpo no era algo que estuviera en sus manos, por lo que no era conveniente.

Nosotros entendemos el deseo del corazón de Pablo, y hoy nosotros podemos ir a la iglesia sin complicaciones, por eso debemos estar muy agradecidos por el favor inmerecido que nos da Dios, debido a que Dios abrió un camino para nosotros.

Cuando yo era pastor en la iglesia de Shan-Duo, había una creyente, cuyo hijo, mientras trabajaba afuera fue atropellado por un auto. Él regresó a la casa de su mamá para recuperarse, este su hijo no era creyente, luego alguien le invitó para creer en Jesús.

Esos días, los hermanos de la iglesia persistentemente visitaban la casa de esta hermana, para compartir el mensaje con su hijo.

Ellos compartieron el mensaje hasta que él se sintió muy conmovido en su corazón, y dijo:

 “A lo mejor puedo ir esta noche a la iglesia para orar y adorar a Dios juntos.”

Le dijimos: “Podemos venir en el auto por usted”

Él respondió: “no, no es necesario, yo puedo llamar por teléfono a la compañía que alquila sillas de ruedas para que me despachen una, y así podré ir.

Esta noche puedo cenar un poco más temprano, y después de la cena, mi mamá me puede empujar la silla de ruedas. Nos va a servir de ejercicio para la digestión.”

La casa de esta familia estaba como a 10 minutos caminando desde la iglesia.

Nosotros pensamos que el ejercicio después de la cena sería algo muy bueno, por lo que no insistimos al respecto.

Cuando finalizó el servicio de esa noche, no lo vimos entre los asistentes, al día siguiente con los servidores de la iglesia fuimos a visitar a su casa, y le preguntamos:

“Ayer por la noche ¿Por qué no llegó a la iglesia? Estuvimos esperándolo todo el tiempo.”

La hermana Yü (俞), mamá de este hombre,  nos dijo: “¿Cómo les podré explicar? Ayer en la noche, una silla de ruedas nueva nos fue despachada desde la compañía, así que yo preparé a mi hijo para irnos, le ayudé a que se sentara en la silla, empuje la silla hasta la puerta de la calle, tan solo pasamos por el umbral de la puerta, cuando la rueda de delante crujió y se partió, faltó poco para que mi hijo se callera de la silla.”

Que la rueda de una silla de ruedas nueva se quebrara era algo tan extraño. Recién la acababan de despachar.

La hermana reclamó la garantía de la silla a la compañía diciéndoles al teléfono que una de las ruedas se había quebrado.”

Prontamente, uno de los representantes de la compañía llegó a la casa, ya era por la tarde cuando llegó. Después de ver la silla dijo:

“¡Esto es imposible!, cómo pudo suceder que una rueda giratoria, la parte fundamental de la silla se haya hecho pedazos. Nosotros fabricamos especialmente estas piezas, ¿cómo es posible que se rompiera en pedazos?”

Por ser un componente delantero de la silla, el representante cambió la parte completa, colocando una nueva rueda.

La hermana Yü agregó: “Todavía quedaban 30 minutos para el servicio de la noche, aun podíamos llegar al tiempo de la oración, estaba bien si nos íbamos. Colocada una llanta nueva, empujé de nuevo la silla hasta el umbral de la puerta de salida a la calle, en cuanto llegamos allí, ¡Bang! La rueda se volvió a romper. Afortunadamente el representante de la compañía no se había marchado aún. Cuando presencio este hecho abrió bien los ojos y nos dijo: “¡Hay demonios en su casa!, mejor no la reparemos, mañana les despacharé otra, completamente nueva.”

Al día siguiente cuando fuimos a visitar a la hermana, aún no habían despachado la silla nueva, y la hermana nos compartió sobre la experiencia del día anterior.

La Biblia dice: que de no ser por Dios protegiéndonos y cuidándonos, aún con toda nuestra diligencia, sin Dios con nosotros, todos nuestros esfuerzos serían inútiles.

En una ocasión, recuerdo cuando estaba a cargo de la iglesia Shan-Duo, fuimos a ayudar a alguien que quería deshacerse de los ídolos que veneraban antes de convertirse en creyentes.

Esta casa estaba bastante limpia, oramos juntos, y después de eso, yo me fui, todos sentimos mucha paz, así que le agradecimos mucho a Dios.

Pero ese mismo día, cuando llegó la noche, vimos a la señora que nos había invitado a su casa en la mañana, que llegó a la iglesia cojeando, y enyesada.

Cuando la vimos, casi nos desmayamos del susto, y le preguntamos: ¿Qué pasó?

Para el medio día mientras nos deshacíamos de los ídolos habíamos orado juntos, sentimos tanto gozo en el corazón, pero ahora cuando llegó la noche ella estaba vendada con yeso. 

Ella nos compartió diciendo:

“Después que ustedes se fueron de la casa, se me ocurrió ir al closet de la casa, pues arriba del closet todavía habían unos ídolos y cosas de idolatría que mis parientes habían adorado en la antigüedad y que aún no habíamos eliminado.

Yo pensé dentro de mí que todos ustedes ya se habían ido, no me atreví a llamarlos para que regresaran a la casa, así que simplemente me dispuse y tome una silla con cojín para ir a bajar las cosas de sobre el closet, sin pensar que cuando iba caminando, sin ninguna razón me tropecé al caminar, y me quebré los huesos, la pelvis se me fracturó, por lo que me enyesaron, y por eso llegué cojeando a la iglesia.”

Si no fuera por la protección del Señor Jesús en nuestra vida, aunque la gente quiera tener paz, la realidad es que esto no es algo sencillo.

Lo que leímos al inicio, que los sabios del Oriente buscaban a Jesús, guiados por la visión de la estrella, hasta que llegaron al lugar del nacimiento, a la casa sobre la que la estrella se detuvo.

Esto nos permite comprender que cuando alguien está dispuesto a adorar a Dios, Dios le va a proteger, y Dios va a abrir un camino para la persona, pero debemos tener fe cuando oramos.

Concluyo mi mensaje de esta mañana. Continuaré hoy por la tarde con la parte final.